4/21/2009

rubio ceniza






El ruido del grifo le despertó de su semiinconsciencia, ese estado en el que aunque realmente pasa un minuto, parece una eternidad.

Zoltan no supo calcular cuánto tiempo llevaba en aquella habitación. Estaba sentado, palpaba la silla, un tapizado roto le molestaba en las nalgas. Se dio cuenta que le sudaban las manos, resbalaban en la madera mohosa.

Levantó la cabeza; no veía bien, todo oscuro, una cama, aunque por el revoltijo más bien se diría que era la cama de un animal. Entornó los ojos; siempre le habían dicho si era miope, desde pequeño, esa manía suya de mirar como si le hiciera daño el ver.

Una rendija de luz ilumina parte de la estancia, lo suficiente como para atisbar unas paredes grises, sucias.

Una arcada sube a su boca, un regusto amargo le recuerda que ha bebido, se mezcla con el olor ácido y pastoso de nicotina, comida recalentada y perfume que impregna todo; es como si llevara años oliéndolo, no le resulta muy extraño.

Se cierra el grifo. Oye como alguien se enjuaga la boca con ruido, las manos siguen resbalándose, ahora le duelen las rodillas, se siente pegado a la madera.

Un escupitajo que resuena en la loza. Al levantar la vista, una figura apoyada en la pared; solo acierta a distinguir parte del pelo y una pierna-liguero.

Rubio ceniza. Una voz agria y cansada:

¡ Y bien! ¿A qué esperas?

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4/07/2009

Judith Soctt


Judith Soctt .
La primera vez que oi hablar de ella.

En unas jornadas sobre el sindrome de down, fue un descubrimiento!
Envolviendo sus objetos"presas".

La impresion de crisalidas larvadas que se convertirian en bellas mariposas.

http://www.elpais.com/articulo/portada/mujer/arana/elpepusoceps/20061126elpepspor_3/Tes

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